Periodista y analista político, Robert D. Kaplan (New York, 1952)
es redactor del Atlantic Monthly y
asiduo colaborador de The Washington Post y otras revistas. Es
autor, entre otros libros, de Fantasmas
balcánicos, donde analiza la situación en 1995 de países instalados en la
convulsión política: Croacia, Albania, Serbia, Rumanía, Macedonia, Bulgaria,
Grecia… Kaplan ha sido corresponsal en países en constantes conflictos y
consultor para las fuerzas especiales del ejército estadounidense.
Sin embargo, el
país por el que ha sentido más fascinación ha sido Rumanía, al que ha viajado
en diferentes ocasiones. El primer viaje que hizo, y que rememora en este
libro, fue en 1970, en plena dictadura de Ceaucescu; luego regresó cuarenta
años después, cuando el país, sumergido en la modernidad, intentaba superar los
traumas del pasado. Aunque presta especial
atención al papel que ha desempeñado Rumanía en el siglo XX, especialmente
durante la Guerra Fría, realiza muchas incursiones históricas para explicar
cómo la peculiar situación geográfica y política del país ha condicionado el
lugar que ocupa en el mundo. “Los rumanos saben –escribe- que, desde los
inicios de su historia (por no hablar de las invasiones en silos más cercanos a
nosotros), siempre han sido marginales con respecto a Europa por su
emplazamiento geográfico y, por tanto, siempre correrán el riesgo de verse
pisoteados o de hacer en no pocos abismos políticos”.
Por un lado, sus contactos con el imperio bizantino, con los
turcos y los griegos ha sido constante. Pero también ha mantenido un destacado
papel en el imperio austrohúngaro. A la vez, Rusia siempre ha sido o un aliado
o una amenaza. Al ser tierra fronteriza de tantos países, ha estado siempre en
constante peligros de invasión y ha sido tierra apetecida por los diferentes
imperios.
En los albores de la Segunda Guerra
Mundial conoce una dictadura de tipo fascista (la de Antonescu); y tras la
guerra es un país que forma parte del Telón de Acero, siempre bajo la tiranía
de la Unión Soviética. Esto permitió que un dictador paranoico y con aires de
grandeza como Ceaucescu convirtiera el país en una cárcel depresiva.
Kaplan es un cronista
ameno, que combina las referencias personales con el análisis político. A la
vez, es un experto en política internacional y sabe condensar los principales
hitos de la historia de un país aparentemente secundario que, sin embargo, a lo
largo de su historia, ha sido testigo y protagonista de grandes y complicados
hechos.
A la sombra de Europa. Rumanía y el futuro del continente
Robert D. Kaplan
El hombre del tres.
Barcelona (2017)
366 págs.
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