Fallecido inesperadamente en 2008,
Francisco Casavella (1963-2008) dejó una breve pero intensa y reconocible
trayectoria literaria que sigue en pie con el paso de los años, como demuestra
la constante reedición de sus obras, de las que destaco la trilogía El día
del Watusi (2002 y 2003) y las novelas El triunfo (1990) –con la que consiguió el
Premio Tigre Juan-, Un enano español se suicida en Las Vegas (1997) y El secreto de las
fiestas (1997), que se publicó primero como
novela juvenil.
Casavella ambienta sus novelas en
algunos barrios populares y cutres de Barcelona, con tendencia a los escenarios
sórdidos. En este ambiente de extremados fracasos, sus personajes luchan por
salir adelante en un contexto brutal y cordial. El autor pasa revista a la
Barcelona de los años setenta y ochenta, con sus mitos y claudicaciones, más
todavía si se trata de un barrio que convive de manera asidua con la
delincuencia.
El
triunfo contiene la larga confesión que hace
Palito de la tragedia que vive en su barrio. Palito es un aficionado a las
rumbas y se mueve solamente en su barrio (el Paralelo y el Raval). Describe la amistad
que tiene con el Topo y el Tostao, con los que suele cantar en fiestas y
celebraciones. A la vez, es testigo directo de los tejemanejes que se dan en el
barrio entre bandas rivales. Él y sus amigos hacen chapuzas para el Gandhi, el
jefe de una de ellas. Y asiste en directo al enfrentamiento entre el Gandhi (excelente
personaje, que recibe un trato literario especial) y el hijo de la Chata, el
Nen, al que se le ha subido el prestigio a la cabeza y que va de víctima por el
trato que el Gandhi a dado a su padre, el Guacho, antigua estrella de la canción.
A la vez, también aparecen los enfrentamientos violentos con los moros y los
africanos, grupos que han comenzado a tener mucha presencia en el barrio y que están
provocando una lucha de poder.
Son los años setenta y ochenta.
Casavella se mueve como pez en el agua en este territorio, el habitual de sus
otras novelas. Retrata desde cerca el mundo del hampa, de la marginación. Un
mundo de gitanos, rumberos… que compiten con los moros y los africanos. Todo está
contado desde dentro y con el lenguaje propio del lumpen en el que transcurre
la acción. Casavella tiene un oído especial para recrear este lenguaje con
verosimilitud; lo hace auténtico, nada recargado ni impostado. Pienso que este
manejo del lenguaje es uno de sus mejores valores literarios.
Casavella sobresale por la soltura de su
estilo, por la conexión con la cultura popular, por el realismo de bastantes
escenas, por el tratamiento de los personajes y por esa ternura crítica, lumpen
y humorística con la que describe estas tristes vidas y su contexto social,
gris y miserable.
El triunfo
Francisco Casavella
Anagrama. Barcelona
(2017)
166 págs. 16,90 €.
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