viernes, 5 de diciembre de 2014

“El deber”, de Ludwig Winder


“Lo importante es seguir viviendo sin llamar la atención”, les dice a su familia Josef Rada, eficaz funcionario del Ministerio de Tráfico en Praga, después de que el 15 de marzo de 1939, fecha de inicio de la novela, los alemanes invadieran Checoslovaquia. Rada, que participó en la Primera Guerra Mundial y desertó al bando ruso, rechaza el régimen nazi, pero su acusado sentido del deber le lleva a no manifestar de manera visible su oposición. Rada, ya en la cincuentena, vive para su familia y no quiere arriesgar lo conseguido hasta ahora. Vive con Marie, su mujer, y su hijo Edmund, estudiante de Medicina en la Universidad de Praga.
            Por su fama de eficaz y escrupuloso funcionario, el Consejero Ministerial Miroslav Fobich consigue su traslado a la Sección III, que se encarga de la planificación horaria del transporte por tren de armamento y soldados de Checoslovaquia a Polonia y otros países donde ya se encontraban las tropas alemanas. Rada censura en secreto el ostentoso colaboracionismo de Fobich, con quien mantiene una tibia relación amistosa que se remonta a sus años de estudiante.
            La represión alemana se agudiza en Praga y en toda Checoslovaquia. En una de estas acciones, detienen a su hijo y a la novia de este, Jarmila. Tras una estancia en la cárcel, a ella la trasladan a trabajar a una fábrica y a Edmond a un campo de concentración, sin que apenas tengan noticias de su paradero. Esta incertidumbre sobre el destino de su hijo y la creciente ola de actuaciones policiales de los alemanes contra los checos provoca que Rada tome la decisión de colaborar con la resistencia.
            La novela consigue retratar con intensidad el drama interior de Rada, un antihéroe que no quiere complicarse la vida. Las mejores páginas son aquellas que describen sus dudas y su temeroso carácter, condicionado por su enfermizo y meticuloso cumplimiento del deber. La parte final, sin embargo, la que cuenta la relación de Jarmila y Rada con la resistencia checa, se deja llevar a ratos por un efectismo un tanto melodramático.
            Winder (1889-1946) escribió esta intensa novela en 1943, un icono de la literatura antinazi, poco tiempo después de que sucedieran algunos de los dramáticos hechos que se cuentan y de los que él fue testigo directo. Periodista de renombre, se exilió a Gran Bretaña en 1939, tres meses después de la invasión nazi. El deber estaba inédito en castellano.
  

El deber
Ludwig Winder
Periférica. Cáceres (2014)
268 págs. 18,95 €.
T.o.: Die Pficht.
Traducción: Richard Gross.


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