El
padre de Dorothy Emile Stevenson (1892-1973) fue primo del escritor
Robert L. Stevenson. D. E. nació también en Edimburgo y publicó su
primera novela en 1923. En 1934 apareció El
libro de la señorita Buncle,
la novela que la haría más famosa y que continuará en dos
ocasiones, en 1936 y en 1943. Publicada en la colección Rara
avis, de la editorial
Alba, se trata de una excelente recuperación, inédita en
castellano.
La
novela está ambientada a comienzos de la década de los treinta en
una localidad, Silverstream muy cercana a Londres. No estamos ya en
la sociedad eduardiana
que con tanta ironía
y acierto retrató E. F. Benson en las novelas de la serie Mapp
y Lucía (recuperadas
por Impedimenta, donde ya han salido las dos primeras), aunque en la
vida en Silverstream se encuentran todavía ecos de aquella sociedad
tan manierista y formalista.
La
señorita Buncle es una vecina que apenas llama la atención; buena
persona, no destaca por ninguna habilidad, ni por ningún escándalo,
ni por nada. De hecho, aunque se lleva bien con la mayoría de sus
vecinos, apenas se la tiene en consideración y nadie la cree capaz
de llamar la atención. Pero la señorita Buncle atraviesa una racha
de problemas económicos (como consecuencia del crack
del 29) y decide
ponerse a escribir una novela para intentar ganar algo de dinero.
Como apenas tiene imaginación ni fantasía, decide escribir sobre lo
único que conoce: la vida en Silverstream. Eso sí, altera los
nombres del pueblo –Copperfield- y de los protagonistas. La novela
que al final publica, El
perturbador de la paz,
firmada con el seudónimo de John Smith, convierte en literatura los
sucesos domésticos y familiares de muchos de sus vecinos. Pero... no
todos salen bien parados.
Cuando
aparece, la novela provoca un cataclismo, pues la mayoría de los
vecinos se ven retratados. Los que salen poco agraciados ponen en
marcha una campaña para descubrir al autor/a para darle su merecido.
El devenir de los hechos confirma, sin embargo, la acertada crítica
de la autora hacia unos personajes egoístas que tampoco tienen
sentido del humor. También resulta interesante la relación que la
autora mantiene con su editor londinense, el señor Abbott.
Novela
sencilla, de buenos sentimientos, ingeniosa en su argumento, con la
que la autora realiza un hábil trabajo de disección social, sin
abusar en la crítica. Además, contiene también sugerentes
reflexiones sobre las relaciones entre la literatura y la vida, la
realidad y la imaginación y el trabajo de los escritores.
El libro de la señorita Buncle
D. E. Stevenson
Alba. Barcelona (2012)
378 págs. 22 €.
Qué apetecible....
ResponderEliminar