“Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, en posesión de una notable fortuna, necesita una esposa”. Así comienza Orgullo y prejuicio, la novela más célebre de Jane Austen (1775-1817) que apareció en 1813 y de la que se cumplen ahora doscientos años. Un famoso comienzo, pues, que sirve también de resumen de buena parte de su mundo literario, con novelas protagonizadas por la aristocracia rural inglesa que cuentan sus pormenores amorosos, sentimentales y estratégicos para conseguir un matrimonio acorde con su condición.
Orgullo y prejuicio
se centra especialmente en las relaciones entre Elizabeth Bennet,
la segunda de cinco hermanas, y Fitzwilliam Darcy, uno de los
habituales potentados que circulan por las novelas de Austen. La
madre de Elizabeth sólo tiene una única obsesión en la vida: casar
dignamente a sus cinco hijas. Para ello las ha preparado y a ese fin,
y a cotillear, dedica todas sus energías. El personaje de la señora
Bennet, la madre de Elizabeth, es un ejemplar muy singular, pues su
cometido acaba siendo empalagoso y deja en evidencia las limitaciones
de una educación femenina orientada hacia ese exclusivo fin.
Elizabeth escapa de ese modelo de mujer entregada nada más que a la
búsqueda desesperada de un noviazgo en el que no se tengan en cuenta
sus íntimos sentimientos.
La llegada del señor
Bingley a la casa de Netherfield Park altera la rutina social en
Longbourn. Todas las madres y jóvenes de la zona pronto descubren
que se trata de un excelente partido y comienzan, con los habituales
formalismos, las calculadas aproximaciones para ponerse a tiro. En un
baile, el señor Bingley conoce a Jane, la hermana mayor de
Elizabeth, y todo apunta a que de ahí puede surgir una promesa de
matrimonio. Pero las cosas se complican por la presencia de los
amigos y familiares del señor Bingley, que piensan que ni Jane ni su
familia están a la altura de las circunstancias. En ese mismo baile,
Elizabeth conoce al señor Darcy, amigo de Bingley; nada sin embargo
parece ocurrir entre los dos, pues tanto Elizabeth como el señor
Darcy son personas despegadas, originales, a su manera orgullosas,
que ven con cierto desdén y rechazo determinadas costumbres
sociales.
La novela avanza a base
de encuentros y desencuentros donde queda de manifiesto la fabulosa
capacidad de observación de Austen para retratar aquella sociedad de
finales del siglo XVIII y, a la vez, para penetrar en la psicología
femenina y masculina de aquel tiempo. Nada se le escapa a su mirada y
con una calculada ironía censura los vicios más extendidos y la
falsificación de los sentimientos, a la vez que desmenuza con mucha
elegancia los anhelos de felicidad de una sociedad más materialista
de lo que parece.
Orgullo y prejuicio
se publicó después de Juicio y sentimiento (1811) y
antes de Mansfield Park (1814) y Emma (1815), sus
novelas más celebradas. Ya desde su aparición, sus novelas
consiguieron un destacado éxito y fueron muy valoradas. Estas
novelas cuentan también con numerosas versiones cinematográficas y
televisivas. Esta edición de Austral que comentamos, que aparece
para conmemorar los doscientos años de la publicación de esta
novela, viene acompañada de dos DVD con la famosa adaptación de la
BBC que dirigió en 1996 Simon Langhton y que cuenta en su reparto
con Jennifer Ehle y Colin Firth.
¿Qué es lo que sigue
llamando la atención de las novelas de Jane Asusten para que sigan
suscitando tanto interés? Resulta difícil de explicar que en pleno
auge de la novela erótica y hasta pornográfica, como la serie
Cincuenta sombras, de E. L. James, uno de los grandes éxitos
internacionales de los últimos años, la gente siga admirando en
Austen la cortesía, la moderación, el recato, la buena educación,
la finura y la limpieza de unas relaciones amorosas y sentimentales
en las que no se hace ninguna exhibición indecorosa de la intimidad.
Al contrario de lo que parece ser norma de conducta de la sociedad
actual, donde se valora un naturalismo forzado y a menudo impúdico
del atractivo amoroso y de las relaciones personales, Austen modula
sus personajes para que refrenen sus pasiones y emociones y las
transformen en leves señales de respeto y buena educación.
Orgullo y prejuicio
Austral. Barcelona (2012)
352 págs. 19,90 €.
T.o.: Pride and Prejudice. Traducción: José C. Vales.
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