Se acaba de estrenar la película "La banda Picasso", de Fernando Colomo. Uno de los personajes de la película es Manuel Hugué, escultor, amigo también de Pla y a quien está dedicado uno de sus mejores libros, "Vida de Manolo", reeditado en 2008 en la editorial Libros del Asteroide. Recupero una reseña que escribí cuando se publicó.
Josep Pla conoció al
escultor Manolo Hugué (1872-1925) en 1919, en la tertulia que ambos
frecuentaban en el café Lyon d’Or, de Barcelona. Hugué había
vivido más de una década en París, donde padeció una bohemia dura
y hambrienta hasta que consiguió abrirse camino como escultor. En
París convivió con Picasso, Apollinaire, el poeta Jean Moréas y
otros muchos artistas españoles y extranjeros. Tras la Primera
Guerra Mundial, que Hugué pasó en la localidad francesa de Ceret,
regresó a Barelona ya con fama de renombrado artista.
Esta biografía es fruto
de un larguísimo diálogo que mantuvieron Hugué y Pla en Prats de
Molló (Francia), donde charlaron de todo tipo de temas,
especialmente sobre la biografía del artista. Como contó Pla, su
intención fue “provocar unas conversaciones rutilantes y
sintéticas y dejar pasar las cosas entre unas preguntas
intencionadas y la sinceridad del artista”. A la hora de escribir
el libro, Pla elige que sea Hugué el que cargue con el peso de la
narración, dejando que sea el escultor el que cuente las cosas en
primera persona. En el resultado final se puede apreciar que Pla
realizó un excelente trabajo literario para que la personalidad de
Hugué destacase en estas páginas. La intención del libro la define
Pla en el prólogo a la primera edición, publicada en 1928: “He
querido hacer un libro sobre un hombre, y he intentado captar –para
decirlo brevemente- la sombra de un ser vivo”. Pla consigue que
desde el primer momento nos interesemos por la biografía de Hugué y
por sus comentarios sobre todo tipo de temas, opiniones que recuerdan
también en muchos momentos al punto de vista que Pla tiene sobre el
mundo, el arte, las gentes y la cultura.
Hugé no es el prototipo
de artista encerrado en su torre de marfil. Su infancia y juventud
fue descarriada y azarosa; su traslado a París le lleva a vivir una
bohemia cruda, duradera, pero no efectista. Consigue salir adelante.
Y todo ese proceso de formación, angustioso y vital en muchas
ocasiones, le lleva a ganar en humanidad, en sentido común, a
identificarse con las inquietudes de sus paisanos, a llevar una vida
de artista, sí, pero sin hacer de ella una sofisticada obra de arte.
Hugué vive, además, un momento apasionante de la cultura europea,
con la eclosión de las vanguardias, la consagración de Picasso, la
explosión de París como capital artística, el mazazo de la Primera
Guerra Mundial, la vida de Barcelona... Pero siendo todo esto
interesante, lo mejor del libro es la capacidad de Pla para
transformar todo este contenido en una prosa de calidad, una de las
mejores de la literatura del siglo XX. Pla (1897-1981) se tomó muy
en serio este libro, que escribió de manera febril. Esta edición
recupera la versión original de la primera edición.
Josep Pla
Libros del Asteroide. Barcelona (2008).
168 págs. 16,95 €.
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