Publicado en 2007 en la
editorial Alfaguara, vuelve a reeditarse este libro, uno de los
primeros testimonios que denunciaron las purgas estalinistas. Su
autor es Víctor Serge, célebre anarquista que había nacido en 1890
en Bruselas en una familia de exiliados rusos. Tras la Revolución
rusa, se trasladó a Rusia y durante bastantes años sus actividades
políticas estuvieron ligadas al Komintern, del que fue agente.
En
1933 fue arrestado y deportado a Siberia por criticar la deriva
totalitaria del régimen. Sin embargo, gracias a la intervención de
André Gide y otros intelectuales que conocieron y denunciaron su
caso en la opinión pública, Stalin permitió a Serge abandonar el
país. Estuvo en España en la Guerra Civil, luego vivió en París y
cuando las topas nazis invadieron la capital francesa huyó a México,
donde murió totalmente olvidado en 1947. El año pasado, la
editorial Veintisiete Letras publicó Memorias de un
revolucionario, en el que el propio Serge hacía un detallado
recuento de su agitada biografía revolucionaria.
Serge
es autor de ensayos políticos y otros libros muy ligados a su
peripecia vital. En México escribió esta sobrecogedora novela, que
cuenta con un nítido trasfondo autobiográfico y cuyo tema le
emparenta con otros libros donde se describe el Terror ruso, como los
de Solzhenitsyn, Shalámov, El cero y el infinito, de Arthur
Koestler, y Moscú: frontera, del checo Jirí Weil, también
un testimonio primerizo del terror soviético.
En
Moscú aparece muerto a balazos Tuláyev, un influyente miembro del
Partido Comunista. El asesino es un anónimo ciudadano, alejado de
las cúpulas de poder y de la maquinaria del Partido Comunista
Comienzan las investigaciones y no descubren nada. Pero Stalin dice
que Tuláyev ha sido víctima de un complot preparado por los propios
miembros del Partido Comunista. Poco a poco, se buscan a una serie de
dirigentes que pueden explicar la teoría del complot, todas personas
han desempeñado un importante papel en la consolidación del Partido
Comunista. Los sospechosos son Erchov, el antiguo Alto Comisario de
la Seguridad; el historiador y ex miembro del Comité Central Kiril
Rublev; el secretario regional de Kurgansk; Artemio Makeyev; el
trotskista Rishik; y Kondratiev, compañero de Stalin y ahora al
mando de empresas estatales.
El
autor cede el protagonismo a cada uno de estos personajes, de los que
se cuenta su evolución dentro de la maquinaria comunista hasta
llegar a la situación delicada en la que ahora se encuentran. Todos
son personas que se han entregado al Partido y que creyeron en la
Revolución. Algunos se han desencantado totalmente al ver la
evolución represora del régimen y la instalación del terror, la
obediencia hipócrita y el constante recurso a la purga. Stalin, el
jefe, aparece muy bien retratado por alguien. Serge, que le trató
personalmente.
Además,
hay unas espléndidas páginas ambientadas en el desarrollo de la
Guerra Civil española y protagonizadas por militares soviéticos
obsesionados con la presencia trotskista en las tropas republicanas.
Esta magnífica novela respira una apabullante verosimilitud.
El caso Tuláyev
Capitán Swing. Madrid (2013)
392 págs. 18,5 €.
T.o.: L’affaire Toulév. Traducción: David Huerta.
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