jueves, 14 de marzo de 2013

“El infierno de los jemeres rojos”, de Denise Affonço


En prisión, ha muerto Ieng Sary, cofundador junto a Pol Pot de los Jemeres Rojos. Al igual que otros líderes de esta facción comunista, que acabó con la vida de cerca de tres millones de camboyanos entre 1975 y 1979, Ieng Sary estaba siendo juzgado en Phnom Penh por el Tribunal Internacional de Camboya. Ieng, como Pol Pot, fallecido en 1988, también había estudiado en París, donde descubrió el comunismo. Cuando Angkar, el Partido Comunista Camboyano, se hizo con el poder, fue nombrado Ministro de Asuntos Exteriores de la República Democrática de Kampuchea, como rebautizaron a Camboya los líderes de los Jemeres Rojos: Pol y Pot y Nuon Chea, el número dos, todavía pendiente de juicio. Hasta ahora, parece mentira, sólo hay un líder jemer que ha sido condenado a cadena perpetua, “Duch” Kaing Guek Eav, quien dirigió la cárcel de Tuol Sleng S-21, donde de una población reclusa de entre 20.000 prisioneros, apenas sobrevivieron una veintena.

Resulta difícil de explicar y de analizar lo sucedido en esos años y hasta dónde llegó la paranoia de unos líderes que quisieron transformar de manera radical las vidas de sus compatriotas. Cuando se hicieron con el poder su principal objetivo fue eliminar a todos aquellos que consideraban enemigos del pueblo. De manera sistemática, con una brutal represión, pusieron en marcha un acelerado y programado proceso de depuración, genocidio y adoctrinamiento político tristemente macabro, pero muy eficaz. Para estas cosas, algunas dictaduras comunistas no tienen parangón.

Menos mal que tenemos dos excepcionales testimonios de lo sucedido en esos años. El primero, la magnífica película de Roland Joffé, Los gritos del silencio. En segundo, las memorias de Denise Affonço, escritora residente en la actualidad en Francia que vivió en directo aquellos dramáticos hechos, que provocaron la muerte de su marido y de una hija en un campo de trabajo. Lo cuenta en El infierno de los jemeres rojos, que publicó en España en 2010 Libros del Asteroide.

“Con este libro –escribe Affonço-, quiero hacerme testigo de cargo del monstruoso régimen de los jemeres rojos y rendir homenaje a quienes me liberaron, los soldados del ejército regular vietnamita que estaba en guerra contra la ideología más sanguinaria de la época, el comunismo maoísta que inspiró a Pol Pot”. Affonço vivía en la capital de Camboya, Phnom Penh, cuando el 17 de abril de 1975 los jemeres rojos se apoderaron de la capital, entre el júbilo de los habitantes, que veían derrocado al títere Lon Nol. Poco les duró la alegría. Pronto, Angkar, el Partido Comunista, comenzó su sistemática implantación de su ideario, que llevaba consigo la implantación por la fuerza de un régimen que se proponía cambiar drásticamente la economía, la política y hasta las relaciones sociales y personales.


Los jemeres rojos vaciaron la ciudad de Phnom Penh de sus tres millones de habitantes, que fueron trasladados a campos de trabajo por todo el país. En el primer campo donde fueron a parar Denise Affonço, su marido y sus dos hijos, recibieron las primeras instrucciones y consignas de Angkar, traducidas en unos mandamientos donde se resumían los principios básicos de un partido que ambicionaba construir un nuevo paradigma humano: “Todo el mundo será reformado por el trabajo”, “Obedeceréis a Angkar en cualquier circunstancia”, “Está prohibido sentir nostalgia del pasado”, “Los niños serán educados por Angkar”. Con el ejemplo de lo ya acontecido en Rusia, en China y en Corea, Angkar impone las sesiones de reeducación, con instrucciones tan peregrinas como la prohibición de llevar ropa de color o cruzar una pierna por encima de la otra al sentarse (gesto que se juzgaba como un signo externo del capitalismo).

El visionario Pol Pot instaura una surrealista dictadura agrícola que no se arredra ante las enfermedades ni las muertes de miles de personas. En el caso de Denise vio cómo moría de hambre su hija de nueve años, Jeannie, y cómo las autoridades se llevaban a su marido –ferviente partidario de los jemeres rojos- a un destino desconocido, aunque no tardó mucho en enterarse de su fusilamiento.

En 1979, tras cuatro años de trabajos forzados en unas condiciones humanas al límite, que se describen con detalle en estas memorias, Denise fue liberada por el ejército vietnamita. Poco tiempo después la sugirieron que escribiese lo que había visto durante esos años, testimonio que se ha convertido en prueba de cargo en los juicios que se están celebrando con una exasperante lentitud contra los jemeres rojos. Como censura la autora en este libro, la comunidad internacional no movió un dedo en aquellos momentos para detener esa masacre.


El infierno de los jemeres rojos
Denise Affonço
Libros del Asteroide. Barcelona (2010)
256 págs. 16,95 €.

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